La imagen de una organización no es independiente de lo que ocurre en ella y, debido a ello, el valor de los proyectos comunicacionales está dado por el grado de correspondencia entre lo que la organización dice de sí misma y lo que ella es: la imagen es la identidad de la organización. Lo que promueve este libro es que las organizaciones eviten la "hipocresía organizacional", caracterizada porque "dicen" algo diferente a lo que "deciden" y, finalmente, "hacen" algo distinto a su decir y su decidir.