Ganar vidas para Cristo en realidad no es un problema muy grande, hasta podríamos considerarlo una tarea sencilla similar a comer pan todos los días. Sin embargo, ¿cuál es la razón por la que muchas de nuestras congregaciones no crecen? No es porque quizá no estemos al tanto de las novedades en cuanto al evangelismo, sino porque no nos estamos preocupando de discipular a aquellos que ya hemos ganado.
Ganar vidas para Cristo en realidad no es un problema muy grande, hasta podríamos considerarlo una tarea sencilla similar a comer pan todos los días. Sin embargo, ¿cuál es la razón por la que muchas de nuestras congregaciones no crecen? No es porque quizá no estemos al tanto de las novedades en cuanto al evangelismo, sino porque no nos estamos preocupando de discipular a aquellos que ya hemos ganado.