Dios me ha dado cuatro roles ministeriales en estos años muy claros y marcados: evangelista, ministro para hombres, pastor, y consejero. Fui bendecido al ser formado en una comunidad en donde me consolidaron la importancia de predicar la Palabra desde el púlpito, pero veía en mi formación y realidad del ministerio un déficit en el aconsejar con la Palabra abajo del púlpito, en hablar la verdad en amor.