En el presente texto, premiado como el mejor libro de economía publicado en Francia en el 2006, los autores abordan, en profundidad, el debate acerca de la gobernanza de la empresa capitalista: ¿debe la empresa gobernarse, como pretende la doctrina del EVA, en función de los intereses de los accionistas, o siendo como es una apuesta de un grupo diverso de agentes sobre el porvenir de conjugar unos saberes concretos para generar nuevos y viejos productos en pro de la sociedad, su gobierno debe responder al interés comunitario que ella misma construye y desarrolla Tal es uno de los aspectos centrales a los que este libro pretende aportar respuesta. Este debate acerca del gobierno de empresa se acompaña de una ilustración rigurosa de los problemas que suponen las orientaciones actuales del capitalismo financiero, un sistema que ha ahondado las desigualdades sociales, regresando el mundo a la era de oro de las inequidades y un sistema en donde la preponderancia de las finanzas hace que la suerte de los trabajadores y los empresarios ya no sea función de la calidad de los procesos productivos que los mismos ponen en marcha, sino de la evolución de las cotizaciones en bolsa. Examinan también los autores el tema de cómo se debe tratar la contabilidad empresarial, mostrando cómo la doctrina del valor justo, promovida por el capitalismo anglosajón, no sólo implica desconocer esa compleja realidad que es la empresa capitalista y el capital, sino que implica también importar a los resultados empresariales los vaivenes y la volatilidad propia de los mercados de bolsa. Este debate acerca del gobierno de empresa se acompaña de una ilustración rigurosa de los problemas que suponen las orientaciones actuales del capitalismo financiero, un sistema que ha ahondado las desigualdades sociales, regresando el mundo a la era de oro de las inequidades y un sistema en donde la preponderancia de las finanzas hace que la suerte de los trabajadores y los empresarios ya no sea función de la calidad de los procesos productivos que los mismos ponen en marcha, sino de la evolución de las cotizaciones en bolsa. Examinan también los autores el tema de cómo se debe tratar la contabilidad empresarial, mostrando cómo la doctrina del valor justo, promovida por el capitalismo anglosajón, no sólo implica desconocer esa compleja realidad que es la empresa capitalista y el capital, sino que implica también importar a los resultados empresariales los vaivenes y la volatilidad propia de los mercados de bolsa.