El sistema de patentes debe lograr un balance entre los derechos de explotacion exclusiva del conocimiento que concede con las patentes, con los que se espera incentivar la i+d+i de nuevas tecnologias, y los beneficios que la sociedad ha de obtener del conocimiento producto de la i+d+i. Pero alcanzar este objetivo es mucho mas complicado de lo que parece. En efecto, el sistema de patentes puede convertirse en una barrera para que los productores de conocimiento ingresen a los mercados de tecnologias2, ya que la concesion de una patente permite excluir a terceros de hacer, usar o vender la creacion, lo que ocasiona que estos deban obtener licencias y seguramente pagar alguna contribucion para -partiendo del conocimiento existente- crear y desarrollar nuevas tecnologias sin correr el riesgo de ser demandados por la violacion de patentes. Tener que incurrir en retribuciones economicas a cambio de las licencias es una consecuencia natural del sistema de patentes, pues se espera que los primeros inventores vean recompensados su esfuerzo y dedicacion y, sobre todo, recuperen lo invertido en el desarrollo de sus creaciones.