La satisfacción de las necesidades alimentarias de los seres humanos constituye un objetivo crucial que depende de múltiples variables de carácter económico, social y político, que operan tanto a nivel estatal como internacional. En tanto que objetivo crucial de clara dimensión internacional, la lucha contra el hambre y la garantía del acceso a los alimentos debe constituir un fin prioritario de la sociedad internacional contemporánea. Más aún cuando todos los especialistas coinciden en señalar que el hambre es un mal evitable ya que se trata, esencialmente, de un problema de desigualdad en la distribución. Sin embargo, el alejamiento en la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio relacionados con el hambre ha evidenciado las deficiencias del sistema de gobernanza global de la seguridad alimentaria y constituye una constatación del fracaso y del limitado alcance, desde la perspectiva internacional, de las políticas de desarrollo, de las políticas de cooperación y de las políticas agroalimentarias.